miércoles, febrero 28, 2007

Momento Crítico IV


Tarde vi esta película, la verdad que debería haberla visto mucho antes. Es la historia (narrada de una manera inusual y muy dinámica) de un fotógrafo, y lo que ve, y lo que vio y lo que se ve en una de las fabelas de Brasil. Se trata de Ciudad de Dios, crudísima, violenta y, lo peor de todo, real. Quien la haya visto, sabe a que me refiero; y como fotógrafo (me voy a poner profesionalmente en mi papel de fotógrafo, y hacer un comentario con suma seriedad) debo decir que una imagen no aporta la información al 100%, debe ir acompañada de otra herramienta que aporte más objetividad, sea una nota gráfica, verbal, etc. Pero considero que registrar estas imágenes es un deber y al hacerlo no caemos automáticamente en el sensacionalismo. De alguna manera hago el descargo por este medio porque he tenido recientemente una charla al respecto, muchos estarán de acuerdo y otros no, y se preguntarán:"qué le pasa a este tipo, por qué salta así?? quién le dijo qué?".
Disculpen mi torpeza, pero aprovecho este Momento Crítico para tocar el tema. Hay sensacionalismo y mucho, todo el tiempo, y es una lástima que eso ahogue el verdadero papel de un fotógrafo, que gracias a ellos podemos tener una ventana a lo que es una guerra, a lo que es sufrir, a lo que es la hambruna, y muchas cosas no deseables más.
Eso es todo, veanla, no trata sólo de este fotógrafo, y la música está buena...y la fotografía es excelente, por su puesto...

Bruximia


Me duelen las sienes.
Tengo las muelas gastadas.
Dijo un odontólogo que tengo bruximia.
"Que tengo qué!!!"...inquirí yo de manera curiosa;
El diplomático doctor me explica que es algo muy común, y sobretodo en estudiantes,
pero yo dejé de estudiar hace ya unos meses...
El caso es que no me dejan de doler las sienes, y ha empeorado desde que estoy en Bariloche.
Me asusta pensar (y por dentro admito que es la verdadera razón) que se debe a mi trabajo.
Vamos al grano y al por qué de este post: ODIO MI TRABAJO.
Si, lo odio, y hace que me duelan las sienes (lo voy a reiterar hasta que realmente sientan lo que yo), me duelen.
No sé si saben, varios si, pero me mudé a Bariloche con un trabajo que hacía en Córdoba, y es atención en una empresa de telefonía, sólo que en Córdoba era atención telefónica, acá es personal.
No sé quién es más desconsiderado, los clientes o la empresa. Una de las cosas que no soporto es el maltrato. Y saca lo peor de uno.
Me engaño a mí mismo que no me preocupa, que sólo es un trabajo, que me es indiferente, pero resulta que no es así. Como será tan preocupante que me duelen las sines, no sé si lo había aclarado.
Siempre fui un tipo relativamente sano, al menos físicamente, y hace mucho que no padezco nada, por más insignificante que sea (excepto esa espina que nunca olvidaré), nada. Ahora es sólo Bruximia, nada grave, re común...
pero me duelen las sienes.