Pececita Juega A Las Muñecas

Empezó jugando con una de sus muñecas.
No se dio cuenta y ya estaba jugando con las dos.
Pececita es así, antes de jugar con sus dos muñecas las miraba fijamente, y se preguntaba "Sabrán nadar mis muñecas?", "Cómo nadarán sin aletas?", "Sabrán volar?".
Fue vencida por la intriga, quiso saber cómo se sentía tener piernas; qué significaba eso de "caminar", un pie adelante, después otro... y de nuevo el primero.
Caminó un rato, un ratito, sintió el suelo, sintío esa sensación de aplastar los azulejos de su baño... pero luego se desvaneció, junto a sus muñequitas, sus muñequitas tan bellas.
Pero este juego es parte de su arte: Pececita es de esas que con cada burbuja hace una hermosa melodía; y no necesita ser ostra para fabricar las perlas más brillantes y más preciosas; y en cada rincón subacuático encuentra el lugar indicado para hacer una nueva acuarella.
Dicen que los peces no sueñan ni cierran sus ojos, pero no es el caso de Pececita. Ella no deja de soñar y de hacer soñar; y cerró sus ojos más de lo normal... menos mal que no para siempre.
Pececita, no dejes de mirarte en tu espejo, pero cada tanto date vuelta y hacenos esa mirada, esa que brilla, con una lágrima pintada...



("Agua/1", Acrílico sobre tela 60 x 40cm, Alicia en su País)