lunes, noviembre 20, 2006

365


Si somos blancos blancos de tanta luz de tantos iones locos Si somos grises de tanto humo de tanta fatiga maltrecha girando por los oídos Si somos rojos exuberantemente rojos como una lengua rojísima como un dulcísimo rojo carmesí que cae de tus rojos labios rojos Si somos verdes de tantas hojas que pasa el tiempo de tanto revoloteo verde de tanta jungla en pensamientos verdes de insectos verdes azules Si somos azules como los perros como las cúpulas los volcanes la carne de príncipe azules como las vísceras que ronronean en la penumbra azul de un cuerpo cóncavo azul y rectilíneo Si somos negros como la luna nueva como los movimientos bajo el telón negrísimo de la noche negra negros como el adiós mal dicho a destiempo como negros rubíes estallando en la negra cueva de las negras ciénagas Si somos rosados como la casa como los dedos de la mesa la nube rosa como las rosas rosas que roban los niños rosas como un puré de rosas rosas en un plato rosa esmaltado en bellísimos tonos de surtidos rosas muy rosas rosas claros y más oscuros pero siempre rosas como corceles rosas o como el fuego cuando en el cielo se proyecta de un rosa tan rosa como una rosa Si somos dorados del color del oro brillantes como el más puro oro como el anillo de un jaque árabe dorado y brillante como una veta de oro en su purísima catedral de más bello dorado jamás visto Si somos un ananá o una berenjena seríamos marrón o violeta sin embargo multicolor y sólo quien quiero que me vea no me ve

Matías Factorovich
(estas palabras estaban en una muestra de fotos del mismo autor, y estaban dispuestas como muestra la imagen)

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